Buenos sombreros para una vida minimalista

Recientemente he descubierto un movimiento, que sin ser novedoso es muy oportuno para la crisis presente y las venideras. Se trata del minimalismo vital.

En pocas palabras les puedo decir, que el minimalismo es una manera de pensar y actuar que nos confiere una armonía y un orden (exterior que repercute en el interior), muy beneficioso para alcanzar -la demasiada veces pronunciada- felicidad. Este forma de pensar pretende reducir nuestro número de objetos y ocupaciones a los fundamentales, haciéndonos ganar espacio físico y tiempo libre, para dedicarlo a lo que realmente nos importa. Si quieren profundizar más, pueden entrar en este blog.

O este otro blog, de un hombre «sencillo» y joven que ha decido centrar su vida en lo esencial.

Un ejemplo concreto y muy pedagógico, puede ser el siguiente: Cómo tener un armario minimalista realizado por Valentina-Blog ValeDeOro. La serie de pensamientos lógicos encadenados en dicha prensentación linkada son los siguientes.

Si tenemos un armario minimalista con lo que realmente usamos, nos gusta y nos sienta bien:

– No tendremos tantas dudas cuando elijamos el vestuario cada día. Lo que tenemos nos gusta y lo encontramos con facilidad. Haciendo menos estresante este proceso.
– Tendremos más espacio en el armario -nuestras microcasas lo agradecerán- y podremos limpiarlo mejor. Ahorrando tiempo en esta actividad y en otras como: lavado, secado y planchado de ropa.
– Cuando compremos una nueva prenda -que necesitemos realmente-, sabremos si combina con nuestra ropa, la que nos gusta y tenemos en nuestro armario.
– Nuestro criterio en las compras se hace más experto y se centra en la calidad, en detrimento de la cantidad -de poca calidad frecuentemente-. Como hacemos una mejor selección, podemos dedicarle más dinero a cada una.
No se invierten tantas horas en ir de chollos, que luego arrinconamos en el armario.

El minimalismo en su compra racional:
Buenos sombreros que le sienten bien y use con asiduidad.

Estos últimos puntos, que cuestionan con tanta sensatez los hábitos de consumo, son los que me permiten vincular el minimalismo con la compra de su futuro sombrero.

La compra de su sombrero o gorra es muy importante, ya que como hemos dicho alguna vez aquí, es una prenda que al ir colocada en la cabeza (en lo más alto de nuestros pensamientos) es muy visible y marcará mucho nuestra personalidad y buen gusto. Su compra por lo tanto requiere atención y algo de tiempo.

Para encontrar el modelo de sombrero que más le favorece lo mejor es acudir a una tienda donde le asesore un profesional, que dispongan de un buen surtido y le puedan ofrecer calidad en los sombreros. Estas pequeñas tiendas, tan familiares y peculiares todas, son las que realmente pueden brindarle una compra satisfactoria. Si además, el cliente es profesional, es decir sabe lo que compra y lo hace con agrado, la relación entre sombrerero y cliente es maravillosa y enriquecedora.

Por el contrario, en las grandes cadenas -no hace falta decir nombres- encontrá sombreros de baja calidad, mal cuidados e incluiso dañados, que no le sientan bien porque es muy posible que no sea de su estilo. Utilizan rebajas aparentemente grandiosas (no lo son tanto) para fomentar la compra compulsiva e inútil. Y además, en este tipo de establecimientos uno se siente perdido, necesitado de una voz experta que le descubra la calidad, el encanto, la historia, el estilo y la colocación del sombrero para que enfatice nuestra personalidad, realzando la belleza personal.

¿Dónde radica la magia del hombre con sombrero? Quizá esa sea nuestra motivación principal, la que nos inspira cada día. La que seguiremos buscando todos lo que nos dedicamos a esto. Y la que podrán ir descubiendo poco a poco, si se acercan a una sombrerería especializada.

Me gustaría leer algún comentario de sombrereros, hombres con sombrero, minimalistas o cualquiera que le interese el tema, para saber si comparten o discrepan en algún punto.

Acerca de sombrerosyoqs

Sombrerería y tienda de complementos situada en el centro de Madrid (España), en la calle Hortaleza, 13. Metro: Gran Vía. http://www.sombrerosgorras.es
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6 respuestas a Buenos sombreros para una vida minimalista

  1. Aceptando tu invitación, me atrevo a opinar al respecto, me considero un minimalista sobrevenido por cuestiones de crisis y de supervivencia como opino en un post de mi blog, estoy reñido con el consumo, pero con el consumo excesivo y desde luego dispongo de dos gorras Kangol , y ahora puede que me atreva con un sombrero de los de temporada… desde Lugo si leéis el post, veréis que personalmente, por razones económicas ya apuntadas soy un minimalista pobre, con muebles precisos, útiles para mis necesidades y reciclados de lo que tiran a la calle… El poco dinero de que dispongo lo invierto en cosas de calidad (zapatos, ropa, alimentos etcétera) dentro de mis posibilidades, pues minimalismo no es tacañería y avaricia…
    Coincido en los mismos blogs que he encontrado a través de tuiters.
    Claro que mi opinión lleva un añadido, que es la visión social de una persona agredida por la crisis del paro… pero esas son mis opiniones y sensaciones que expreso a veces con alarma y siempre con pasión.
    El post en cuestión lo puedes ver en http://tribunaavalon.blogspot.com/2011/04/vivir-minimalista-para-sobrevivir.html

    Un saludo
    Alberto Antonio (Avalon)

    • Muchas gracias Alberto por tu aportación, siempre muy ilustrativa.

      Entonces estas de acuerdo en que mejor unos pocos sombreros buenos, que cien malos.

      He leido tu post y me parece muy bueno. Enhorabuena por el blog.

      Saludos

  2. Es curioso, pero como diría el Sr Spock, también es lógico. todos tenemos un sombrero o visera favorito, cuando es por afición a los sombreros se le da relevo mucho antes, pero cuando se trata de costumbre, es frecuente , que atiendes a un cliente, que trae un sombrero totalmente desgastado y reclama uno igual para otros tantos años.

    Para mi ese es el encanto del sombrero, algo característico, que va con la personalidad del cliente y que viste frecuentemente, como el Dr Jones o mas extremo Bogart en el Tesoro de la Sierra Madre.

    Un abrazo

    • Gracias por tu comentario.

      Es verdad que cada cliente es un mundo, como bien sabes. Y es una satisfacción cuando te piden un sombrero bueno, uno de esos por los que estás orgulloso de ser sombrerero, que sabes que le durará al cliente toda la vida y que si quiere cambiarlo será por tener una opción en otro color o material.

      Por ejemplo, hablabas de esto mismo en un artículo de tu blog, sobre un sombrero de Signes al que tienes especial aprecio.

      Saludos

  3. Hola Fran,

    la verdad es que no suelo usar gorras o sombreros, excepto en verano cuando el Sol aprieta 🙂
    De todos modos, me ha encantado como has enlazado lo importante de la calidad de un buen sombrero con el pensamiento minimalista, pudiéndolo extrapolar a la compra de cualquier prenda de vestir u objeto.
    Y no sólo por mi opinión de mejor uno bueno que muchos malos desde un punto de vista egoísta, sino porque este tipo de compra da un voto al pequeño y especializado comerciante, con lo que conseguimos mantener el comercio local, crear un vínculo personal con el especialista y promover el comercio de calidad, todo ello en contra del gran monopolio de los centros comerciales.

    Gracias por la mención 🙂

    Un abrazo

    • Gracias por visitar el blog, y por aportar tu opinión.

      Algunos comerciantes creen que un cambio de patrones de consumo que fomenten la calidad y debiliten la fiebre de la «mala compra», les perjudicaría económicamente. Pero es todo lo contrario, al menos si pensamos a largo plazo, y como bien dices, esto es extrapolable a cualquier prenda de vestir u objeto personal. Una metamorfosis social de esta relevancia pondría el mundo pata arriba, y en poco tiempo se producirían cambios como estos:

      – Un consumo continuado y de calidad, fomentaría la investigación y mejora de los productos. Para que nos aporten más prestaciones y mejores rendimientos.

      – El crecimiento de las empresas y los países sería sólido, paulatino, y constante. Evitando así crisis y baches propios de booms económicos.

      – Y por supuesto, la mutación principal sería en las personas, mejoraría su jucio, su lucidez, su sentido crítico, y su implicación como ciudadanos de la polis.

      – Y muchas más cosas… utilización más prudente de los recursos naturales, contención en el poder de los grandes países fabricantes, …

      Saludos

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